Hoy hemos tenido una invasión golondrinera. Como en la película de Hitchock (tela con el apellido), salvando las distancias, una golondrina se nos ha colado en el servicio. Allí ha estado dando vueltas hasta el recreo, que ya en el silencio del edificio y en un alarde de valor nuestra todo terreno Paloma ha conseguido sacarla del edificio felizmente, yo creo que su nombre la ha ayudado en este embrollo. Así que para evitar salidas de la clase constantemente para ir a ver a la nueva inquilina en cuanto nos hemos metido a las 9 nos hemos ido al servicio a verla y en silencio para no asustarla más todavía. ¡¡Vaya mañana entre la golondrina y el teacher que ahora os contaré!!
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