El Carromato cada día se parece a un zoológico, entre los animales que traemos y los que establecen su casa para vivir estamos petados. Tenemos una ratio elevadísima. La última adquisición ha aparecido esta mañana en la barandilla de nuestra rampa, enfrente de la puerta. Lo he visto de casualidad, porque una botella de agua se ha abierto en una mochila de un ciruelo y nos hemos puesto a tender el babi, la toalla y la mochila en la barandilla y... ¡Vaya sorpresa! Alrededor de 30 diminutas mantis religiosas de color verde clarito preciosas estaban en la barandilla tomando el sol de la mañana. Miro debajo y ahí estaban los huevos eclosionados y ellas alrededor. He cogido dos y las he metido en un frasco con lupa que tenemos para observar insectos. Os dejo la fotos de las diminutas mantis, increíble lo grandes que pueden llegar a ser y lo peques que son al nacer. Me ha venido de perlas porque hemos empezado con los animales salvajes.
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