Hoy a parte de la rebelión a bordo, me ha sucedido una anécdota muy graciosa con un niño. Entre grupo y grupo a veces me como un tentempié, vamos un bocadillo en pan de molde (como los críos). En uno de los grupos me he quedado con un niño y como tardaban un poco a por él, para que no se pusiera nervioso le digo:
- ¿Nos vamos a por mi bocadillo y cuando volvamos seguro que ya te vas?
Pues tan conforme, vamos a la clase y en el camino me pregunta:
- ¿Te lo compras con el coche? (Se refiere al bocadillo)
- No, me lo hago en casa.
Cogemos el bocadillo y al salir veo a mi compañera que me dice que vienen a por él. Al momento la abuela coge al niño y éste me mira y me dice:
- Dame.
- ¿Quieres el bocadillo? ¿Es de paté? (Decirme a cuantos niños de 3 años le gusta el paté)
- Vale.
La abuela un poco apurada le intenta convencer para irse. Al ver que sigue en su empeño, parto un cuarto del bocadillo de pan de molde (¡haceros a la idea que es un trozo pequeño!) y se lo ofrezco.
- NO, ESE NO, ESE (señalando el trozo más grande)
Los tres adultos que estábamos allí nos hemos reído un buen rato.
Yo sigo insistiendo el pequeño, la abuela se lo intenta llevar y dice que verdes la han trigado y se tira al suelo. Me acerco y le digo que ese o ninguno.
- Vale.
Se levanta coge el trozo y se va.
Y todavía hay gente que me pregunta porqué prefiero a los peques que a los grandes. ¡POR ESTOS MOMENTOS!.
CADA DÍA ES DIFERENTE. VÍVELO.
Madre mía quien será el niño que le quiere "robar"el bocata al Profe Javier. Un anécdota para recordar sin duda. Los peques son lo mejor de la vida.
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